Política, la guerra por otros medios, dicen. La guerra, la necesidad de obliterar a tu contrario, o derrotarlo, destruirlo, abolirlo. La guerra, la seguridad de tener la razón, de estar en el lado de los ángeles, de matar o ser muerto. La guerra.
Mi país de corazón, Venezuela, lleva años en política por otros medios, en guerra pues. Los políticos que la batallan, los politicos que la han creado, son militares devenidos en ladrones. Sin jamás haber entendido la política, se creyeron eso de guerra por otros medios, y a lo largo de dos décadas y mas han obliterado a cualquier cosa que pueda ser oposición o diferencia. Y como no saben hacer otra cosa que no sea esta guerra, la han seguido y perpetuado y continuado. Los gobernantes de Venezuela son militares militaristas y guerreristas, ignorantes y destructivos hasta el absurdo.
Sin embargo digo que el chavismo ha obliterado a la oposición y casi que miento. Porque aun en estos veinte años de infierno, aun hoy hay partidos y organizaciones que hasta en Venezuela misma estan un dia si, y el otro tambien, haciendo oposición. Como el partido de mi siempre querida Cathy Ramos, esa cosa que se llama Vente Venezuela.
Digo “esa cosa” porque la verdad verdaita no tengo palabras positivas para la organización de mi siempre admirada Cathy. Lo que llego a leer de Vente Venezuela, cuando lo leo, siempre me ha parecido la versión recién escrita de una derecha que quizás tuvo sentido hace un par de siglos. Y mejor que ni hablemos de estrategias, porque ahi ya se me acaban las palabras de cualquier tipo.
Y la verdad verdaita, esa opinion mia no importa mucho, o nada.
O si importa, pero no me cambia en lo mas mínimo mi aprecio, ni mi confianza, ni siquiera mi admiración, por la Gran Cathy. Lo cual es extraño. Porque de la mismísima Cathy, hace ya casi treinta años, cuando militábamos en el mismo partido unversitario, fue que oí por primera vez eso de que la política nuestra era una elección de vida. Era una cosa que se vivía en la asamblea, pero también en el salon de clases y en casa. Eso es lo que significa ser integro, de hecho.
Y entonces? Como puedo admirar igual que ayer a alguien que esta en las antípodas de mis ideas, de mis estrategias y de cualquier otra posicion política? La pregunta sigue siendo válida no solo con Cathy, sino con cualquier otro político, también aquí en Holanda. Puedo respetar a la gente que dia a dia trabaja para construir un país diametralmente opuesto al que yo hago crecer?
Y la respuesta sigue siendo si. No solo puedo respetarlos, sino que de hecho los respeto. Este admirar a la Cathy me ha recordado (y quizás enseñado) que eso es lo que la política es. Que al final del día nosotros no sabemos si tenemos la razón, no estamos seguros con quien están los ángeles, y si sabemos algo es que la gente del otro partido no nos están apuntando con un rifle. De hecho, lo que sabemos, es que esos otros, esos que piensan diferente, estan tratando de convencernos, porque estan tan seguros como nosotros de que ellos si saben cual es el mejor país. Y a lo mejor tienen razón, al menos en un par de cosas que me quedan aun por aprender. La política no es guerra por otros medios. La política es saber que mañana el otro va a estar ahi, y tiene tantos derechos como yo, y un par de ideas locas, pero quizás buenas tambien. Y que hablaremos de nuevo, nos agarraremos los propios cabellos en desesperacion... y al final del día admiraremos a algunos.
Yo, aqui, admiro a Cathy.